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Ser mujer y empresaria nunca ha sido fácil, y, hoy en día, cuando se habla insistentemente del empoderamiento femenino, sigue siendo difícil asumir este rol. Para mí ha sido un reto e intuyo que para muchas mujeres en posición de liderazgo también lo es, sobre todo cuando se trata de optimizar el ambiente laboral, elevar la motivación y alcanzar un mayor nivel de felicidad en el trabajo.
Estar a cargo de un equipo de personas supone desafíos que muchas veces van más allá del aspecto profesional para trasladarse a lo motivacional. ¿Cómo mantener el ambiente laboral del personal que está bajo mi responsabilidad? Es una pregunta que me hago constantemente.
Mantener en alto la motivación es esencial para la productividad de una empresa en vía de expansión como la que dirijo. Me siento responsable del nivel de entusiasmo que el personal de mi equipo alcance.
Mi preocupación es genuina. El mundo de la comunicación interna en el que me desenvuelvo como consultora de empresas trans-nacionales, es competitivo y muy exigente. Alcanzar una cultura laboral que permita mayores éxitos para todo mi equipo es fundamental.
En el entono del marketing relacional y la comunicación interna donde se desempeña el equipo profesional con el que trabajo, es muy frecuente encontrarnos con plazos de último minuto que producen tensión, roces y emociones a veces desbordadas.
Es por ello que en esta era de transformación digital en que todo o casi todo puede medirse, me pregunto: ¿será posible medir la felicidad en el ambiente de trabajo?, ¿será posible calcular niveles de satisfacción laboral y mejorarlos cuando sea necesario?
Atención a las Emociones que aumentan los niveles de Felicidad en el trabajo
Estudios de la Organización Mundial de la Salud, indican que en el año 2020 la depresión y la ansiedad serán la primera causa de baja laboral en el mundo y esto es algo que quiero tomar en cuenta.
Prestar atención a todos los elementos que sirvan para resolver muchos de los inconvenientes que surgen en una oficina, es imprescindible para lograr la felicidad en el trabajo.
Inspiración, respeto, optimismo, esperanza, gratitud y confianza, son emociones positivas que, de acuerdo con los especialistas, implican tener felicidad en el ambiente laboral.
Lograr una compañía exitosa implica tener empleados felices, comprometidos, leales y creativos. Es lo que siempre he buscado y por eso te propongo evaluar los niveles de ánimo, incentivo y satisfacción es un primer paso muy importante.
- Ánimo: Deseo que mi equipo de trabajo permanezca activo y feliz y por ello mi intención es impulsar instancias de recreación o de actividad física que tan buenos resultados me han dado a nivel personal.
- Incentivo: Quiero que mis trabajadores sientan el incentivo de enfrentar tareas desconocidas y se sientan comprometidos a aprender de esas experiencias para alcanzar el éxito.
- Satisfacción: Quiero que mi equipo sienta la alegría de superar los retos y de cumplir tareas con excelentes resultados, y quiero valorar debidamente ese trabajo.
Estimular y medir comportamientos esenciales que estimulan la felicidad en el trabajo.
Estoy consciente de que la fórmula única para medir la felicidad en el trabajo no existe, pues todos tenemos visiones distintas de lo que es el entusiasmo, pero en lo que se refiere al ambiente laboral hay factores que será interesante promover.
- Es importante estimular al personal a desarrollar sus propias habilidades y decisiones.
- Cuando el trabajo que se realiza es verdaderamente atrayente y original, se considera que tiene mayor valor y ayuda a centrarse en los objetivos trazados.
- Escuchar más a menudo las inquietudes del personal demuestra el aprecio que le tenemos, infunde lealtad y genera un ambiente de trabajo más positivo. Algunos (me incluyo) no somos muy dados a escuchar o a hacer elogios sinceros y eso es algo que debemos cambiar.
- Agradecer el esfuerzo y la dedicación al trabajo que genera los resultados planeados.
- Creo firmemente que como líder contribuyo a aumentar la felicidad al estimular el compañerismo y la cooperación entre los compañeros de trabajo.
Ideas para empezar a medir la felicidad en el trabajo.
No hay ninguna duda. La felicidad del personal es un elemento clave para mejorar la productividad y el rendimiento, porque ese estado de ánimo estimula un mayor compromiso laboral.
Pero, ¿cómo medir el nivel de felicidad de nuestro equipo para así actuar en consecuencia y corregir errores o apuntalar estrategias?
Una vez que he entendido que el bienestar de los empleados es esencial para obtener un desempeño de calidad y con mayor eficiencia, me he propuesto medir el grado de entusiasmo que tiene mi equipo, porque al instrumentar una métrica, son muchas las cosas que podré controlar o mejorar… Y me gusta tener el control…
He aquí algunas ideas de mecanismos para medir que me han parecido interesantes.
¿Qué tal una encuesta en línea?
Diseñar un encuesta en línea con preguntas de opción múltiple y una pregunta abierta que defina si el día fue positivo o negativo y la invitación a responderla se envía por correo electrónico o WhatsApp y se realiza mediante herramientas como Google Docs, Encuesta facil o Surveymonkey, entre otras.
¿Qué tal usar un dispositivo de reconocimiento?
Hay otro tipo de encuestas que pueden realizarse a través de módulos con un dispositivo de reconocimiento que puede ser ubicado en lugares por donde transiten muchos empleados. Aquí la idea sería que examinaran preguntas con varias opciones de respuesta que representaran su estado de ánimo al final de la jornada. Mediante emojis o texto y colores, el personal podría seleccionar alternativas como: “Feliz”, “Contento”, “Normal”, “Cansado”, “Desilusionado” o “Triste”.
¿Qué tal cestas para llenar con pelotas?
Una alternativa que aparenta ser frívola pero que al ser divertida resulta una buena manera de medir el nivel de felicidad en una empresa, es la de colocar diferentes cestas en las cuales los trabajadores pondrían una pelota al final de la jornada, dependiendo de su ánimo.
Ideas de preguntas para medir la felicidad en el trabajo
En relación con las preguntas que podrían hacerse para que a través de las respuestas recibidas pudiésemos medir el nivel de felicidad de nuestra empresa de forma continua, hay diversas alternativas.
Una podría ser enviar un e-mail al final de cada jornada con el título “Antes de marcharte”, que contendría tres interrogantes básicas:
- ¿En qué estado de ánimo te encontrabas al llegar hoy?
- ¿En qué estado de ánimo estás al marcharte hoy?
- Del 1 al 10, ¿cuánto te complace lo que has hecho hoy?
Otras opciones similares podrían ser las siguientes:
- ¿Cómo te sentiste al llegar a trabajar hoy?
- ¿Cómo te sientes en este instante?
- ¿En qué estado de ánimo te encuentras al salir del trabajo?
- ¿Disfrutaste tu trabajo hoy?
- ¿Te sientes contento u orgulloso del trabajo realizado hoy?
- ¿Te sientes feliz?
A pesar de la simplicidad de estas preguntas y de que pueden ser respondidas en muy pocos minutos, las respuestas obtenidas ofrecerán valiosa información acerca de lo que deberíamos optimizar.
Al final de este formulario podría colocarse un espacio abierto en el cual los trabajadores podrían agregar cualquier sugerencia o contribución. Por otro lado, sería un cuestionario adaptable a la época del año, que incluyera algún motivo gráfico o cita célebre que ayudara terminar la jornada de la mejor manera posible.
Cuando comience la semana, previa a la reunión para evaluar las prioridades, habría que dedicar unos minutos a analizar las derivaciones de este pequeño test para dilucidar las razones por las que el personal ha estado contento o infeliz, y, sobre todo, para determinar qué puede hacerse para que el nivel de felicidad se incremente.
Debo decir que esta alternativa me encanta porque, dependiendo del tamaño de la organización se puede medir el nivel de felicidad mensualmente, cada trimestre o incluso a diario.
Y como me gusta ampliar las posibilidades de cada iniciativa, opino que una manera de llevar más allá este tipo de test sería medir el nivel de felicidad en días y situaciones diferentes, por ejemplo, una jornada en la que todo haya fluido normalmente y otra en que hayan surgido conflictos, complicaciones diversas y exceso de trabajo.
Más opciones
Por supuesto, aparte de las preguntas existen muchas opciones que empresas grandes y pequeñas han instrumentado para medir la felicidad de sus empleados.
En algunas compañías ya utilizan una menuda luz LED llamada Luxafor, que es ubicada en la pantalla del ordenador y advierte a los compañeros de trabajo cuándo pueden acercarse a nuestro escritorio, de acuerdo con el grado de concentración y trabajo que tengamos.
Mientras que en el campus Rocket Space, en San Francisco, California, al final del día los empleados solamente tienen que pulsar el botón que más se adapte al estado de ánimo con el que han terminado la jornada.
Y, claro, no es de extrañar que ya existan empresas dedicadas a elaborar exitosamente variadas aplicaciones y dispositivos para medir la felicidad.
Medir la felicidad
Como empresaria y como profesional que dicta talleres sobre comunicación interna y cultura laboral, siempre estaré interesada en empoderar a mi equipo de trabajo para incrementar su productividad de la forma más agradable posible.
Por ello creo firmemente que es fundamental medir el nivel de bienestar y potencial de crecimiento de una empresa, en relación con el estado de felicidad que posean sus integrantes.
Hay variedad de instrumentos de diagnóstico organizacional que intentan verificar elementos exclusivos de la cultura empresarial pero no son muchos los que se centran en medir el nivel de felicidad de las personas como una condición estrechamente vinculada a la experiencia de trabajo.
Estoy plenamente convencida de que una organización puede ampliar su potencial de crecimiento cuando el estado de felicidad de sus empleados es satisfactorio e incuestionable, porque ese ánimo se reflejará evidentemente en la productividad.
Así que… ¡a medir la felicidad!
María Isabel Holguín
Coach – Consultora en Comunicación
Mi pasión es ayudar a los líderes y a las organizaciones a comunicarse con más potencia para ser más efectivos y disfrutar más la vida.