Tomar una buena fotografía involucra lograr dominar diversos elementos, que van desde la iluminación y calidad hasta la disposición de los sujetos que aparecen en ella. Es por esto, que si bien una foto puede ser técnicamente perfecta, si sus elementos no están bien organizados el resultado final no será estético y por ende, puede carecer de impacto. Para evitar este tipo de situaciones existen las leyes de composición fotográfica, una serie de reglas que pueden ayudarte a ubicar los objetos dentro del encuadre de la foto de una manera cohesiva y artística, que en la práctica ha mostrado tener muy buenos efectos.
El objetivo de la composición es dirigir la mirada del espectador o guiarlo hacia donde quieres que centre su atención y por ello, las leyes de composición fotográfica están pensadas para permitirte mantener al observador interesado, idealmente generando un movimiento fluido de su mirada frente a la fotografía. Por otra parte, estas sirven para respaldar el propósito de la misma, ya sea para evocar un estado de ánimo o enfatizar en un elemento específico.
A pesar de que la tecnología fotográfica ha avanzado mucho con el paso de los años, aún se requiere de la habilidad y “ojo” del fotógrafo profesional o aficionado para decidir cuál será la composición final al capturar la imagen. Por esta razón, para ayudarte a tener mayores conocimientos que te permitan componer mejor tus fotografías, te compartimos las reglas básicas de composición para lograr resultados superiores.
¿Qué es la composición?
La composición consiste en identificar la manera de ubicar los elementos protagónicos de la imagen, de forma que los ojos del observador se guíen para dar importancia a ese tema principal en relación a todo lo demás. Una buena composición se vale del flujo, la dirección y el equilibrio visual para ayudar a impulsar la historia detrás de la imagen y captar la atención de su espectador. Es uno de los componentes más importantes de la fotografía profesional, y otras artes visuales, y puede convertir cualquier escena simple en algo especial.
1. Regla de tercios
Una decisión instintiva de muchas personas al tomar una fotografía, es ubicar al protagonista en el centro del encuadre. Sin embargo, en una imagen, tener al sujeto colocado en el centro a menudo conduce a dar una sensación aburrida. Además, si lo haces con frecuencia, esto hará que tus fotos parezcan predecibles. Pero calma, para evitar estos casos existe la regla de tercios.
La regla de los tercios es una de las leyes de composición fotográfica más populares. Esta se basa en dividir la escena en una cuadrícula de 3×3 con rectángulos de igual tamaño de manera que se tenga un mayor control del espacio. Para seguir esta regla, lo que debes hacer es componer tu encuadre de manera que el sujeto se ubique en un tercio del mismo, es decir, al menos ligeramente hacia un costado y no en el centro. Esto crea una composición más dinámica y agradable, ya que le da más énfasis al sujeto y su entorno.
Para obtener un mejor resultado también es importante tener en cuenta la dirección hacia la que mira o se mueve el sujeto. Generalmente, lo mejor es que su cuerpo y mirada estén dirigidos hacia un punto dentro del cuadro, si por el contrario estos se mueven hacia afuera, pueden dar una sensación de desconexión y distancia.

2. Espacio negativo
En fotografía se conoce como espacio negativo al área que rodea al sujeto principal de la foto – quien es usualmente conocido como «espacio positivo»-. Dicho espacio, define y enfatiza el tema principal de la fotografía, atrayendo la atención hacia él. El espacio negativo es así, una especie de “aire” que permite a los ojos descansar, evitando que la imagen se sienta demasiado cargada. Todo esto suma para lograr una composición más atractiva y armónica.
Entre las leyes de composición fotográfica, el espacio negativo, proporciona un equilibrio natural frente al espacio positivo de la escena brindando una percepción general de minimalismo. Conseguir el balance correcto en este caso lleva un poco de práctica pero es posible lograrlo y dominarlo con el tiempo.
3. Jugar con las dos dimensiones (frente y fondo)
Cuando se trata de composición, prestar atención a la función del primer plano y el fondo es crucial para crear una gran imagen. El ojo humano puede distinguir entre diferentes elementos y determinar la profundidad de una escena. Esta distancia del espacio se puede modificar en la fotografía profesional para generar el efecto deseado y de esa manera, contribuir a resaltar el elemento o sujeto principal de la imagen.
Respecto al primer plano, es recomendable que este se utilice para mostrar al sujeto, para ello, es importante que se encuentre bien iluminado. También puedes utilizar el contraste haciendo que los otros planos se encuentren más oscuros de manera deliberada. Esto hará que la mirada se dirija a la zona con mejor luz y el protagonista se destaque.
En cuanto al fondo, es relevante recordar que el sujeto no es lo único importante en una fotografía, lo que sucede detrás de él también lo es. Por eso, elegir cuidadosamente el fondo es fundamental para obtener una buena imagen. En este caso, el proceso consiste en probar con diferentes opciones de escenas, encuadres y perspectivas que te permitan determinar cuál es la opción que mejor complementa la situación del primer plano, sin distraer o abrumar al espectador.

4. Líneas curvas
Según las leyes de composición fotográfica, todas las fotografías están conformadas por una serie de elementos compositivos. Uno de los más poderosos es la línea. Toda imagen cuenta con líneas sutiles o marcadas que comienzan en algún lugar y van hacia otro, y por lo tanto, denotan movimiento.
Las líneas curvas en una fotografía crean un efecto completamente diferente al de las líneas rectas. Las curvas como las que se podrían apreciar en una carretera o las montañas, tienen el efecto de ralentizar la imagen y sugerir un paso del tiempo más suave. Debido a que una línea curva tarda más en llevar la mirada del punto A al punto B, esta sugiere un estado de ánimo tranquilo y reparador que da una sensación agradable a la imagen.
5. Patrones y texturas
Cuando un fotógrafo profesional fotografía una escena, una de las primeras acciones que realiza es buscar patrones, pues el ojo humano por naturaleza se siente atraído hacia ellos. Por su parte, las texturas aportan cierto nivel de dimensión que permite conectar con la escena que se desarrolla en la foto.
Al tomar fotografías intenta componer realzando patrones y texturas interesantes como los que puedes encontrar en pinturas, flores, baldosas, paredes, techos, entre muchos otros.

Aplica las leyes de composición fotográfica en tus imágenes
Cuando dominas las reglas de composición, es muy probable que todas tus fotografías empiecen a mostrar un equilibrio que dará resultados positivos sin mucho esfuerzo, sin embargo, este conocimiento también te da el poder de romperlas para lograr resultados particulares y diferentes. Ponlas en práctica y empieza a obtener mejores composiciones de inmediato.
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